lunes, 23 de febrero de 2009

"Erin Brockovich" revisitada


Este finde he estado en Madrid. Como ya quedé escarmentada hace unos meses sobre ir allí en coche, sobre todo los viernes tarde, tomé, una vez más el tren, que al fin y al cabo es razonable en precio, ecológico y sobre todo me permite hacer una mini-siesta entre Villena y Albacete. Pero es que además, en el precio se incluye el visionado de una película más o menos reciente. He visto ya algunas de desigual fortuna, fácilmente olvidables. La del viernes fue una cinta que si bien en un principio no me entusiamaba en demasía terminó por atrapar toda mi atención, tanto que pasé de siesta.
La película en cuestión es de las últimas de George Clooney, llamada "Michael Clayton", en la línea del "Erin Brockovich" del título. Y me ha gustado ésta tanto como aquella. Y mucho.
Partimos de la base que Clooney ya dejó hace tiempo de interpretar papeles de galán sin más. Desde hace ya unos cuantos años, se ha embarcado en proyectos comprometidos y políticamente incorrectos. Asociado con Soderbergh, ademas del papel protagonista, se atreve (y no por primera vez) en la producción, además de con Sydney Pollack, que también tiene un papel relevante en la historia. De hecho es precisamente gracias a que se han hecho cargo de esta parte de la película que ésta ha podido ver la luz.
Se trata de una película compleja. Y es que en la primera media hora no me enteré de mucho, tanta es la presencia de los flashback y la sucesión de escenas con diálogos en clave, al menos en una primera impresión. Pero esa primera y espesa impresión (que en el fondo no es sino la representación de la complejidad del ser humano metaforizada) da pronto paso a un guión perfectamente hilvanado que gira en torno a una trama de mercantilismo hipócrita con tintes de lucha de poderes en la altas esferas ultracapitalistas. El Michael del título es un abogado que trabaja para una de las firmas más importantes de Nueva York. Divorciado, con deudas de juego dificilmente reembolsables y con un hijo demasiado despierto para su joven edad. Frente a ese vacío existencial, responde a la llamada de desesperación de un amigo y socio que sufre un brote maniaco-depresivo en plena vista para la preparación de un juicio. A partir de ese momento, su vida correrá peligro ya que sin saberlo se ha metido en las fauces de una todapoderosa multinacional agroquímica que amenaza con provocar miles de muertes a causa de un fertilizante comercializado y dispuesta a todo para silenciar a las víctimas. A partir de ahí, el director, Tony Gilroy, rodeado de excelentes profesionales para la ocasión, consigue tenerte agarrado a tu butaca para que no pierdas comba de las escenas de la última media hora que te roba literalmente el aliento. Y ese es precisamente el momento en que el flashback le da sentido a todos los interrogantes que antes te hacías. Las escenas que parecían piezas de un puzzle diabólico e incomprensible cobran todo su sentido y compruebas lo exquisitamente armado del guión.
Los actores, principales y secundarios, están sencillamente perfectos: Tilda Swinton, Tom Wilkinson, Sydney Pollack. Y por supuesto Clooney, lejos de su supuesto glamour de vendedor de máquinas de café. Encarna a la perfección el papel de un abogado perdedor en muchos aspectos de su vida, acostumbrado a barrer la basura de sus jefes, de desviar la atención cuando así lo requiere el guión de los ejecutivos sin escrúpulos, pero cuya conciencia se va a ver sacudida frente a la injusticia de unas víctimas indefensas (David contra Goliat), el dolor de la pérdida de un amigo supuestamente "suicidado" y la amenaza de verse él mismo "liquidado" bajo las órdenes de una atormentada ejecutiva que representa a la multinacional. La escena final es de las más expresivas que he presenciado en años, a base de un duelo interpretativo y dialéctico de los de antología.
La película es la prueba fehaciente de que Hollywood es capaz de filmar historias que sin incluir en sus guiones peleas, efectos especiales, y ni siquiera sexo, llegan a ser pequeñas obras de arte de una eficacia sin parangón. Ni siquiera hay buenos y malos. En definitiva, una película comprometida en medio de las burradas comerciales que tienen como objetivo sedar nuestro sentido crítico y gustar a las masas incultas y lobotomizadas.

jueves, 19 de febrero de 2009

La historia se repite (si es que no aprendemos)

Hace unos días, el mundo financiero del mundo mundial se despertaba (de nuevo; y no acabamos de vivir al borde del infarto) con un nuevo (nuevo?) escándalo. En la Tejas de Bush, se ha armado la gorda al irrumpir los policías en la sede principal de la Stanford Financial Group en Houston (tenemos un problema?). Su propietario, un tipo supermillonario llamado Standord, y que a día de hoy está en paradero desconocido (probablemente tostándose al sol, en una playa paradisiaca de por esos mundos de dios) ha sido formalmente acusado de fraude por el todopoderoso FBI y por la comisión estatal financiera que ya ha dado orden de congelar sus cuentas. Se le acusa (y tras el caso Madoff, este parece ser un calco del mismo) de timar a miles de personas que en sud invirtieron fondos por valor de más de ocho mil millones de dólares. Glups y reglups... Es que no me puedo imaginar siquiera todo ese dinero junto... Y es que el desaparecido les prometió que conseguirían unos rendimientos muy superiores a lo habitual. En realidad, y como ya he apuntado antes, se trata de un sistema piramidal de los de toda la vida en el cual los nuevos inversores pagaban los intereses de sus predecesores. El susodicho Stanford dijo que el dinero se encontraba en una banca situada en un paraíso fiscal como no podría ser de otro modo; concretamente en la isla de Antigua, en pleno Caribe. Otra cosa es que realmente se encuentre allí. De hecho la comisión de investigación considera que es muy improbable, casi imposible. Y es que la gente no escarmienta. El dicho aquél que reza: "no se atan perros con longanizas" es una vez más muy cierto. El tipo en cuestión ofrecía a los incautos inversores intereses para sus depósitos del orden del 8 al 10%... Esta entidad de timo fino dispone al parecer (o al menos hasta que el cabeza visible se puso en el punto de mira del FBI) de 30 sucursales sólo en Estados-Unidos y más de 30.000 clientes. El minúsculo aeropuesto de Antigua está recibiendo más visitantes que nunca dispuestos a recuperar lo invertido, si es que es cierto que esté allí. Cada cliente había invertido una media de 100000 dólares, que no es moco de pavo. El banco en cuestión se está haciendo el sueco y ha decretado una suspensión de todos los reintegros durante los dos próximos meses. Para ver de poner algo de orden en estos desaguisados, se han puesto las pilas más de 5000 abogados de 35 despachos de abogados de nuestra capital del reino para defender en sus pleitos a más de 3 millones de personas víctimas de fraudes del anteriormente citado Madoff.

Y es que el mundo de la pasta gansa está pasando sus horas más bajas. No hace tanto, recuerdo que un trabajador (Jérôme Kerviel) de uno de los bancos más importantes de nuestra vecina Francia era detenido por haber "timado" unos chorrocientos millones de euros (Société Générale). Poco tiempo después, el gobierno francés salía al socorro de este banco que si no hubiera recibido esas "tiritas" en forma de millones, hoy no existiría. El gobierno británico no le va tampoco a la zaga salvando el culo a los banqueros que se han excedido en otorgar a la ligera créditos sin ningún pudor a cualquiera que traspasara las puertas de sus oficinas.

Y es que los tipos de interés de un 8 ó 10% eran realmente increíbles, teniendo en cuenta que el ritmo de la bolsa mundial sólo aumentaba de un 4%. Y eso en periodos de crecimiento y de bonanza de los mercados. El Madoff y el tejano sólo timaron a los más cándidos o los más ciegos. Repito, nadie da duros a pesetas. No cabe lamentarse y llorar por estos "pobres" incautos. Han sido timadas con todas las de la ley por su avaricia y su soberbia. Son unas pobres víctimas de ellas mismas. Intuyo que la gran mayoría sabía que aquello no podía ser muy legal, teniendo en cuenta la evolución del mercado de valores. Y por ello, no les tengo ninguna lástima. Esta historia es como una fábula: el que mucho abarca poco aprieta. Y también: la avaricia rompe el saco.

Lo único que me sorprende realmente, y ya lo comenté cuando Madoff, es que haya durado tanto tiempo. Ya lo decía Chateaubriand: "Hay que mostrarse ahorrador en el desprecio, tal es el número de necesitados". Los gobiernos no han terminado de entender que los banqueros son unos inútiles, que están donde están gracias a sus relaciones personales y cuya incapacidad indiscutible convierte los fracasos en cosa automática.

jueves, 12 de febrero de 2009

De mujerólogos y tetografías



Hoy me han hecho unas "fotos" de estas en blanco y negro y me han confirmado que mis "niñas" se portan de maravilla.

Si eres mujer y lees esto, hazte un chequeo regularmente.

P.D. La mamografía NO es mía; es de las muchas que existen en google imágenes. Y lo único que he hecho ha sido buscar una para ilustrar este post. Jeje, hay que ser muy imbécil (o muy mal pensado) para afirmar o creer que he puesto una mía real. Ah! Y no es con la frivolidad exhibicionista que piensan algunos que he colocado este post, sino que sé muy bien los motivos que me han decidido a hacerlo. No tengo que justificar ninguna de las decisiones que tomo. Pero repito, para aquellos/as que no tienen más de dos dedos de frente, diré que en mi familia hay antecedentes de cáncer y que según las previsiones basadas en estudios científicos muy serios y a tener en cuenta, dentro de apenas quince años, tres de cada cinco adolescentes de hoy, padecerán esta terrible enfermedad. Cada cual que tome las directrices que estime necesaria.

martes, 10 de febrero de 2009

Descanse (por fin) en paz

Ayer, finalmente, después de años de batalla judicial y hasta enfrentamientos políticos en el gobierno italiano, que casi acaban en crisis institucional, un escueto comunicado ha acabado con la polémica suscitada por la decisión de terminar con la situación de Eluana Englaro, que se encontraba en coma vegetativo desde hacía diecisiete años. La habían tenido que cambiar de hospital ya que el que la había acogido hasta el momento se negaba a participar en lo que consideraban un "crimen". No ha podido ni la voluntad de Berlusconi de cambiar las leyes, ni los chantajes de los grupos radicales, ni siquiera las presiones del Vaticano. Dicisiete años de coma vegetativo habían convertido a esta bella joven sonriente en las fotos que de ella se exhibían en poco menos que una momia irreconocible, en palabras de su propio padre, que veía cómo año tras año, el cuerpo de su hija se deterioraba implacablamente. Había luchado lo indecible porque acabaran con ese "calvario" y se encontraba ya casi sin fuerzas.

Ya un año después de su accidente, ocurrido en 1992, los médicos le habían confirmado que no había ninguna esperanza de que Eluana recuperara la conciencia. El padre había multiplicado los esfuerzos para darle a su hija el derecho a una muerte digna. Finalmente, hace tres meses, y después de diez años de calvario judicial e innumerables recursos, consiguió la autorización para interrumpir la alimentación y la hidratación de su hija. El cuadro médico de la nueva clínica declaró que "Eluana no sufrirá ya que murió hace diecisiete años".

El momento tenso en estos últimos días ha venido, no de la mano de los grupos de personas que se apiñaban a las puertas de la clínica donde estaba ingresada Eluana, que proclamaban con pantarcas de signos opuestos sus consignas, sino en el enfrentamiento abierto entre Berlusconi, que se erige a la cabeza de la Italia más conservadora y radical y el presidente de la república, Giorgio Napolitano (que para más inri es ex comunista) que se ha negado en redondo a refrendar el proyecto de ley del primero.

Me pregunto qué autoridad moral tiene Berlusconi para pretender decidir en lugar de la familia, aquella misma que ha estado día tras día a su vera (más de 6000 interminables días), siendo testigo del deterioro de la chica. En realidad, ninguna. Berlusconi no tiene ninguna autoridad porque no le ha ocurrido a su propia familia. Todos hablan de sí, sólo de sí mismos: gobierno, diputados, senadores, medios de comunicación. Cada cual ha lanzado su "verdad" con un afán egoísta e intolerante dignos de otros tiempos y de otras latitudes. Muchos han arremetido contra la familia de la pobre chica a la que han mantenido pendiente de un hilo de vida artificial y nadie se ha preocupado por ver qué había más allá de una simple (¿simple?) decicisón de atajar el sufrimiento de una familia. Manifestaciones, concentraciones, gritos, pancartas, sentencias y recursos en justicia, demandas y juicios... Hasta se han atrevido a pedir fotografías recientes de la chica para su publicación en la prensa más sensacionalista. Todo, menos sensibilidad, tolerancia, respeto, humanidad. Es fácil decir qué es lo que otro debería decir o hacer, lo que la familia debería haber hecho o decidido. Resulta nauseabundo contemplar a todos esos carroñeros que se adjudican el protagonismo a costa de una pobre mujer en coma y que se pasan por el forrillo izquierdo el sufrimiento de una familia. Cuando haya pasado algo de tiempo, todos serán incapaces de decir cuándo se produjo la muerte de Eluana. Este asunto no se merecía más que el protagonismo de los médicos y de la familia. Esta decisión nunca debió salir de ese ámbito.

Si los católicos más recalcitrantes preconizan la inmortalidad del alma y prometen a sus fieles un paraíso radiante después de la muerte, me pregunto por qué proclamaban el derecho a mantener a esta pobre mujer en vida artificial. Una vez más, estos ultraortodoxos del Vaticano parecen admitir que ni siquiera ellos mismos creen en sus propios dogmas. Si todo el clero de la Edad Media hubiera creído verdaderamente en Dios, en el paraíso y otros timos incalificables, estarían ansiosos por morirse, y francamente creo que no hay nada más lejano de la realidad. Lo que verdaderamente es inadmisible es el hecho de inmiscuirse de un estado (el Vaticano) en los asuntos de un estado soberano (Italia). ¿Sería prudente reivindicar un nuevo Garibaldi para poner un poco de orden en el gallinero de la "bota" peninsular? Definitivamente, el ateísmo es una espiritualidad muy amena.

En lo que a mí me atañe, prefiero que no prolonguen artificialmente mi vida si me viera en un trance similar. Mi familia está al corriente. Que no se meta por medio ninguna persona (religiosa o política) ajena a mí o a mis allegados.

lunes, 9 de febrero de 2009

La pompa de jabón que explotó

Hasta hace unos pocos meses, en mi ciudad había más de una treintena de agencias inmobiliarias. A día de hoy, quedan menos de la mitad. No es que el tema de la vivienda me esté quitando el sueño ni mucho menos; soy de los pocos especímenes humanos ibéricos que carecen siquiera de hipoteca. Y de momento, visto lo visto, mi viejo sueño de comprar una casa en el norte para rehabilitarla se ha quedado estancado. Y es que tras pinchar estrepitosamente la tan nombrada burbuja inmobiliaria, los precios se están desmoronando de manera estrepitosa por momentos. No hay más que mirar los escaparates de las pocas agencias inmobiliarias que quedan en pie tras el batacazo para darse cuenta de que en la mayoría de fotos de propiedades en venta, han colocado un obsceno letrero de "ha bajado de precio". Lo nunca visto!

¿Hasta dónde caerán los precios? Esa es la pregunta que se hacen los (cada vez menos) que en estos momentos se están planteando comprarse una vivienda. Y es que cuando nos damos cuenta de que en sólo diez años los precios se han encarecido más de un 140%, no es raro que la gente se lleva las manos, no ya a la cabeza, sino al cielo. La especulación ha dicho basta. El año pasado, los precios llegaron a su máximo histórico y alcanzaron el Everest de la especulación. Y claro, ya lo dicen los budistas: todo lo que se eleva termina por desplomarse. A partir del verano, los precios empezaron a caer (hasta el momento el precio de la vivienda nueva roza un 40% de caida). Comentan los expertos que el ciclo bajista podría durar probablemente hasta el año 2011. Además vaticinan que los resultados de esos ajustes de precios será bastante violento. Y es que entre los bancos que ahora conceden créditos con cuentagotas y la economía doméstica del españolito de a pie con mínimos históricos no augura un panorama demasiado halagüeño. Las cifras de venta en la vivienda de segunda mano no presenta mejores opciones. Y eso que cuando se les preguntaba hace unos meses, los "expertos" decía que no había por qué preocuparse, que todo iba bien... Alucino en cuadros escoceses...

A algunos, la burbuja les ha estallado en las manos... y se han hecho "pupa". Y es que cabe preguntarse qué han hecho los gobiernos (nacional, autonómico y local) para que hayamos llegado a estos extremos. Porque, digo yo, que parte de responsabilidad tendrán, no? En la gran mayoría de los casos, se han limitado a firmar cesiones y ventas de terrenos para edificar (y si no eran edificable, a recalificarlos) sin calcular la (ir)responsabilidad de sus actos. Los bancos, a su vez, no le han ido a la zaga y se han dedicado a conceder hipotecas sin mirar bien a quiénes se las otorgaban. Una amiga que trabaja en una entidad bancaria de las de primera línea nacional me comenta que están trabajando diez horas diarias en su oficina, y más, para llevar a cabo todas las operaciones derivadas de embargos de viviendas por impago de sus recibos hipotecarios. Muchos "panchitos" se han ido a sus países de origen con las manos en los bolsillos y han dejado las llave de su vivienda recién estrenada al director del banco.

Pero lo que más me alucina es comprobar que no ha habido, ni por asomo, voluntad de equiparar los sueldos de los trabajadores a esas monstruosas subidas en el mercado inmobiliario. Y es que pagar una hipoteca en estos malos tiempos para la lírica inmobiliaria supone mucho más del 50% de los ingresos de un español medio. Los tiempos en los que los listillos de turno compraban para especular ya han terminado, y vaya si han terminado! Los billetes de 100€ que se transformaban en dos de 200€, merced a los trapicheos de la vivienda. Ya está bien de especuladores obscenos. El mercado inmobiliario se está hundiendo y ya era hora. Está llegando el tiempo en que la gente normal podrá por fin alojarse en viviendas dignas y precios razonables.

Cabe mencionar, no obstante que alguna parte de responsabilidad recae en aquellos compradores, que cegados por el materialismo a ultranza que nos invadió hace ya algunas décadas, se han dedicado a vivir por encima de sus posibilidades, y se han embarcado en un piso/dúplex/adosado que les suponía endeudarse para los próximos cuarenta años, con un sueldo de reponedor en un hipermercado, o peluquera de barrio o empleado de gasolinera (por poner unos pocos ejemplos, y con el máximo respeto para estas profesiones) con tal de aparentar lo que no eran ni remotamente iban a llegar a ser nunca. Y es que no he conocido ningún país de los siete en los cuales he vivido con una fiebre propietaria tan cegadora como España. Comprar lo que sea y a cualquier precio le ha salido muy caro. Si a eso le sumamos los subidones del Euribor, el cóctel para una crisis a nivel mega está servido. Y las agencias inmobiliarias, frotándose durante años las manos... Ahora, algunos constructores no solamente van a bajar de forma más o menos razonable los precios astronómicos de sus bloques de viviendas, sino que alguno se las van a tener que comer con patatas (léase el pocero y sus urbanizaciones de Seseña). Mi amiga del banco me comentaba no hace mucho que si quería conseguir una vivienda por un 50% (o incluso casi a precio de ganga) de su valor, no tenía más que ponerme en contacto con el director de la sucursal para conseguirla de una subasta. Y es que los que no están entrampados hipotecariamente hablando, y tienen intención de comprarse una vivienda, pueden conseguir fácilmente una buena ocasión a un precio más que razonable.

En tiempos de crisis, se impone una tendencia natural al ahorro. ¿Pero quién confía en la maltrecha bolsa? ¿Y en los bancos? ¿Qué puede haber que sea fuerte, que no sufra con una crisis como la que se está instaurando y que no saldrá perjudicado cuando se instale la inflación para salvar los culos de los gobiernos? Y que encima es necesario para vivir... Es más que probable que la tendencia a la baja continúe durante los próximos 12-18 meses, pero la tendencia contraria podría instalarse más rápido de lo previsto tras ese plazo. Claro que tengo en cuenta que no es lo mismo un piso en el centro de una capital que una casita en medio del campo. Y es que los precios no pueden evolucionar de manera generalizada.

He estado ojeando una página de inmobiliaria en Francia (venta entre particulares; una de tantas) http://www.partenaire-europeen.fr/ y me he alucinado de ver propiedades con condiciones (estado, metros, precios, etc.) mucho más razonables que cualquier otra en nuestro territorio. También existe un programa que se puede uno descargar, llamado Standard and Poor's (Case Shiller Home Price Indices) consistente en una tabla de excell con los precios mensuales de casas en una veintena de ciudades norteamericanas desde hace una década. En este programa, se comprueba que cuanto más ha subido una propiedad, más baja posteriormente. Y eso no se ha acabado. De hecho, creo que no ha hecho más que empezar.

Ya llegará el tiempo en que podré ver cumplido mi sueño, y espero que no tenga que esperar a la jubilación...

martes, 3 de febrero de 2009

Con la iglesia hemos topado (y van...)



Con permiso de Shakespeare, tomaré prestado unas palabras de su Hamlet para comentar cosas al hilo de lo que se viene sabiendo que ocurre allá por los dominios de Benedicto dieciséis: "algo huele a podrido en el Vaticano". Y es que cada vez más este minúsculo estado está alejándose de la sensatez, si es que alguna vez hubo de eso por allí.

Lo primero, un kilo y medio de indignación y otro tanto de confusión. Y es que la decisión del papa de levantar la excomunión que pesaba sobre cuatro obispos integristas, de los cuales uno es abiertamente negacionista, me ha dejado más catatónica si cabe que la muerte de Chanquete, salvando las distancias. Y es que incluso entre los católicos de pro, esta decisión ha suscitado polémica. En realidad, no se trata de un proceso de reingreso en el seno de la iglesia por parte de estos obispos, sino un choque sin precedentes entre los moderados y los más integristas que amenaza con provocar un auténtico cisma en plena siglo XXI. Los del gobierno francés, país del que era oriundo Monseñor Lefebvre, fundador de una de las ramas más extremistas y radicales del Vaticano, están que trinan. De hecho, un portavoz del gobierno ha declarado abiertamente que esa decisión era totalmente inaceptable, amén (y nunca mejor dicho) de abyecta e intolerable. Todo viene porque uno de los cuatro que andaban por esos mundos de dios excomulgado, un tal Williamson, se ha declarado siempre negacionista; esto es, que cree a pies juntillas que lo de la exterminación de judíos en las cámaras de gas fue un cuento chino. Y claro, Francia, con su importantísima comunidad judía, ha puesto el grito en el cielo. Los ultracatólicos han, supuestamente, interpretado este gesto (de dudosa ética) a un acercamiento y a, literalmente, "la reconciliación y la paz" entre los católicos. Pues si ese gesto tiene ese objetivo en concreto, que venga dios (nunca mejor dicho) y que lo vea...

Los cristianos moderados no pretenden criticar en su integridad la decisión papal, sino poner en entredicho que un elemento como Williamson, no rectifique sus afirmaciones y permanezca en su cargo. Lo de la anular la excomunión es casi, casi lo de menos. Para ellos, es la gota que ha colmado el vaso de su paciencia. Si ya es grave aceptar que individuos como Hitler hizo lo que hizo, lo es muchísimo más negarlo. De hecho, algunos no tan eminentes como este obispo han pasado por tribunales por este mismo motivo. Las afirmaciones de este mentecato son absolutamente intolerables y abominables, totalmente contrarias a las funciones que supuestamente debería ejercer.

Que Ratzinger es un papa extremista, no es nuevo. De hecho, siendo como es alemán (Baviera, lugar de nacimiento del susodicho, es un land extremadamente conservador), y el hecho de haber tenido una juventud próxima, ideológicamente hablando, al nazismo ya es de dominio público desde antes de ser nombrado papa. Además, de todos es sabido que durante el nazismo, excepto en contadas ocasiones con nombre y apellidos, la Iglesia estuvo del lado de los torturadores. Durante todo el III Reich fue cómplice mudo de las atrocidades que se cometieron en media Europa.
Genocidios varios han sido debidamente documentados a lo largo de la historia de la humanidad: judíos, gitanos, armenios, camboyanos, tibetanos, hutus... una lista tan larga que sería casi interminable detallar. Manchas de sangre vergonzosas en la historia que delatan la crueldad de que es capaz el ser humano en nombre de una religión. Sí, las peores guerras y matanzas acontecidas en el planeta se han llevado a cabo en nombre de algún dios. No nos engañemos. Si lo que pretendía el papa era hacer desaparecer de un plumazo las divisiones entre los cristianos, me parece que le ha salido el tiro por la culata, ya que más que nunca los integristas y los moderados están más separados que nunca. El último cisma de la iglesia data de 1054. ¿Marcará el siglo XXI un nuevo hito en la historia del cristianismo?

Y es que excomunión tras excomunión y escándalo tras escándalo, esta iglesia romana en la cima de su soberbia ciega excluye a quien le parece, reintegra y perdona a quien considera oportuno (todos sabemos como se "ganaba" uno el cielo en la Edad Media -y los tiempos no han cambiado mucho-), que vitupera y condena al que no comulga (en todos los sentidos) con sus planteamientos y que no solamente conserva sino que incrementa escandalosamente su patrimonio año a año no ama a la humanidad. Es la conclusión que se saca de sus desvariados comportamientos. Incluso podría afirmar que en realidad, se la trae al pairo. Lo único que le interesa es que no se venga abajo su identidad. Esto último es su única obsesión. Se muere por seguir siendo (si es que lo es) el líder de la religión líder en el planeta, de conservar el poder a ultranza, aún a costa de parecer todavía más patético de lo que ya es a los ojos de las personas sensatas. Y lo peor de todo es que están convencidos, él y sus secuaces de que llevan toda la razón, que hacen lo correcto, que son los mejores (¿no promulga el cristianismo la humildad, por un casual?). De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad, las gentes humildes han tenido que sufrir Inquisición, colonialismo a ultranza, negación del alma a las mujeres, Galileo a la hoguera por hereje, pillaje sistemático en América del Sur, ofensiva homófoba declarada abiertamente, los trapicheos del Opus Dei. La guinda del pastel es este obispillo ignorante que niega el Holocausto. ¿Que dónde está el problema? Ah... dirán, es que no hay problema. Nosotros (ellos) vivimos según nuestras reglas. Qué importará un millón más de muertos de sida en nombre de sus reglas que prohiben el uso del preservativo (por poner un ejemplo de normas absurdas)... Lo importante es la unidad de todos sus miembros. El resto no cuenta. Ni siquiera que la podredumbre que impera en los rincones del Vaticano comience a apestar al planeta. Y es que la comunidad de ex sacerdotes se está incrementando al galope, en vista de la ceguera que impera por aquellos pagos. Fuera quedan los divorciados, los eutanasiados, los ateos, los maricones, los que usan condones, los que hacen uso de su libertad de pensamiento y todos los modernos esos que creen en San Darwin...

Me río a carcajadas. Porque la risa es más fuerte que la injuria. ¿Lo contrario de la oración? - La risa. ¿Lo contrario de morir? - Gozar. ¿Lo contrario de creer? -Saber.

P.D. Lástima que en mi ciudad no hayan llegado los autobuses ateos. Me hubiera encantado haber subido en alguno.