miércoles, 20 de mayo de 2009

Quiero ser eurodiputada!

Hace un rato, me tocaron al timbre. Una voz me dice por el telefonillo que es la policía municipal. Ya está, me digo, me han pillado en una infracción de tráfico por el pueblo. Se presenta un agente muy majo que me entrega un sobre con el logotipo de las elecciones al parlamento europeo... Ya está, me han pillao, y os aseguro que esto es peor que le pongan a uno una multa por aparcar en doble fila. Que tengo que estar "pringá" en una mesa electoral...

Hasta ahí más o menos normal, si no fuera porque estas cosas no se pueden eludir, so pena de que te metan un paquete que signifique pasar entre 15 a 30 días en arresto domiciliario, y una mancha parda en tu casillero judicial. Lo sé porque arrastro el estigma de haber sido ya vocal-a-la-fuerza en otras seis ocasiones (sí, amable lector, seis!)... y yo que pensaba que a estas alturas de mi dilatada carrera ya me había zafado para siempre de tan indigna obligación... Merde, me digo yo, y encima coincide con el puente del día de la región! Requetemerde, me repito mentalmente... y para más inri resulta que ya me había hecho planes mentales para irme a tierras aragonesas a buscar piso para mi próxima mudanza, aprovechando el puente para no perder ningún día de trabajo. Mardita mi suerte! Se puede ser más desafortunada? Ya me veo comiendo un miserable bocata de-lo-que-sea rodeada de desconocidos y obligada a convivir durante más de doce horas codo con codo, y voto con voto...

Me estaba preguntando para qué sirven las elecciones al parlamento europeo... Porque yo creo que es mucho paripé, mucho gasto con cargo al contribuyente, pero por experiencia sé que son las elecciones que menos porcentaje de votaciones alcanza de todas cuantas se celebran desde que tenemos democracia. Y además yo creo que nadie sabe qué es exactamente el parlamento europeo y muuuuucho menos para qué sirve. Yo que pensaba votar por correo también en esta ocasión. Y es que me repele seguir las convenciones y sonreir como una pringá cuando al entregar al presidente de mesa mi deeneí y decir beatíficamente mi nombre completo, me dicen que "he votado". Lo siento, no va conmigo.

Lo dicho un día "jodido", inútil y todo para 61 cochinos euros. Y ya ni te digo si las cuentas no salen y no coinciden los votos de la urna con los que han sido recogidos en las listas de los que han ido votando a lo largo del día. Merde!

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