martes, 7 de julio de 2009

Cuando fútbol rima con obsceno


Ayer se presentó oficialmente el que va a ser el nuevo dios del Real Madrid. Y la verdad, me importa más bien poco o nada. Eso sí, rodeado de todos los medios de comunicación habidos y por haber, con la Sexta a la cabeza, que para eso tienen la exclusiva y más de 80.000 palurdos desgañitándose durante todo lo que duró el acto. Florentino estaba que no cabía en sí de gozo. Y los ochentaytantos millones que ha costado el contrato de marras para traérselo del Manchester. Casi ná, que diría el Risitas...

Debe haber mucha gente que se aburre soberanamente para gastarse tanta pasta en un tío cuyo único mérito reside en coordinar las piernas de forma que mete goles a porrillo. Porque creo que a nivel intelectual, pues más bien poquito; no hay más que ver las ex que le están saliendo ultimamente en los platós de televisión despotricando contra el brasileño.

Me parece totalmente inmoral, aunque dicho sea de paso, se trata de dinero privado (en este caso del multimillonario Florentino) y claro, cada cual puede gastárselo como bueno le parezca. Y éste en concreto, se lo cepilla en júmbol. He estado leyendo algunas cosas sobre cómo son las bambalinas de este deporte y he sabido que:
1.- A nivel financiación: ha sido un desembolso personal.
2.- Los derechos de retransmisión televisiva, que alcanzan cifras astronómicas (en este caso, La Sexta se lleva el gato al agua)
3.- Los espónsor (camisetas y demás merchandasing: todo niño aficionado al júmbol que se precie de tal, llevará la idem de su ídolo)

Hombre, a estas alturas de la crisis global que se está viviendo, yo esperaba quizás que hicieran una excepción, digo, para no volver a tener dentro de dos días cuentas con cifras rojas. Pero no, es como si para estos señores (los de las empresas constructoras y los de las patadas al balón) no existiera el más mínimo atisbo de crisis. Y es que el fútbol debería haberse quedado en algo amateur. Una lástima. El Real Madrid alcanzó hace ya un tiempecito un endeudamiento récord. Las cuentas siguen siendo bastante inconcretas, mientras en otros países europeos, las cuentas están claras como el agua (mediante ley administrativa). Esto, en Francia, porque en el país de los de la GranBretaña, no existe tampoco legislación sobre cuentas claras de los clubes. Pues precisamente por eso, se exceden megalomaniacamente en sus compras y traspasos de jugadores. Visto lo visto, yo me atrevería a predecir una quiebra masiva del R.M. para dentro de poquito, y sino al tiempo. No sé si el Barça se libraría de estos descalabros financieros, pero al menos los catalanes, en los tiempos que corren, no echan los restos contratando a "mega"-estrellas, ya que el club pertenece mayoritariamente a los socios. Ah! Y su museo, que vende más entradas que el mismísimo museo del Prado. Un punto para ellos!

El mundo del fútbol parece transcurrir no ya paralelo a la economía de mercado, sino que tiene sus propias autopistas (por lo de pagar peajes) en otra galaxia. Ahí no hay reglas lógicas que aplicar. De hecho cualquier empresa en sus mismas circunstancias ya había declarado en quiebra y suspensión de pagos. En cuanto a resultados deportivos, precisamente al haber hecho el Barça triplete esta última liga, debería hacerles recapacitar sobre la conveniencia o no de tales contratos, no ya astronómicos, sino estratosféricos. Y parece que no hay solución: nuestros "queridos" millonarios se han empeñado en "jugar" a este juego de "pos claro que podemos!" y que sea lo que dios quiere. O los bancos. Cuanto más dinero hay en juego, menos el fútbol es un "deporte" exacto. El deporte en general se ha visto afectado por la gangrena del dinero desde hace tiempo, pero aquí se están alcanzando unas cotas nunca vistas. Cómo es posible que los bancos hayan avalado a estos mequetrefes en los tiempos que corren, cuando días tras días deniegan créditos a aquellos que quieren comprarse una casa, por poner un ejemplo. Y precisamente muchos de ellos eran los que se desgañitaban anoche para aclamar a su "ídolo"(?), esos mismos que trabajan (los que tienen la suerte de conservar el empleo) 8 horas diarias por mil euros al mes... Y ya hemos visto cómo acaban los Ronaldos, Beckham y compañía una vez "usados". Siendo caricaturas de sí mismos y en la basura mediática, aquella misma que les encumbró.

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