jueves, 23 de julio de 2009

Cuando Romeo encontró a Sherezade

A veces leo noticias "diferentes", por llamarlas de alguna manera. No se trata de economía, ni de crisis, ni de acontecimientos violentos, sino de hechos pequeños, emocionales, internos, y no por ello menos importantes. Al fin y al cabo, el amor, y no el dinero ni el poder, es lo que mueve al mundo.

Y es que se acaba de conocer que Gran Bretaña ha concedido hace pocas fechas el asilo a una joven princesa árabe. Al parecer, estaba casada con un miembro de la realeza de edad madura cuando se enamoró perdidamente de un inglés en uno de sus viajes (de compras, por supuesto) a Londres. Y como una cosa lleva a otra cosa, se quedó embarazada. Si esto se hubiera producido en su país, habría sido azotada primero y lapidada después. Además siendo como era el amante no musulmán, la sultana podría haber sido acusada de apostasía. Huyó de nuevo a Londres, con el pretexto de saciar de nuevo su bulimia de compras y una vez allí pidió el asilo, que finalmente le ha sido concedido. El asunto se ha llevado en el más absoluto de los secretos, dada la notioriedad de la princesa en cuestión, cuya identidad ha sido además mantenida en secreto. Bueno, se ignora su nombre pero seguro que los ceros de sus cuentas corrientes no le son muy ajenos a los bancos británicos ni a las tiendas donde a buen seguro seguirá gastando.

Bueno, espero que les vaya bien. Ahora, que para ser honestos, si le han concedido asilo en Gran Bretaña, para comer, mejor que se venga pa'Ejpaña, porque comer, comer, lo que se dice comer, pues más bien mal, me temo. Bromas aparte, cierto es que si ha podido escapar de su antigua cárcel de oro, ahora sí sabrá que todo el dinero de los países saudíes no pueden comprar la felicidad. Ojalá todas las mujeres de oriente, sobre todo de los países musulmanes pudieran obtener la libertad, a aquellas que sufren bajo un régimen totalitario y machista, un yugo del que no pueden zafarse, todo bajo el nombre de Allah. Y es que los países occidentales pueden conceder la nacionalidad a cualquier ciudadano de otros países, bajo ciertas circunstancias y condiciones, pero uno no musulmán no podría en la vida hacerse ciudadano de cualquiera de los países musulmanes que hay repartidos en el planeta. Por otra parte, cierto es que ha podido huir por tener dinero a espuertas. Cualquier mujer de clase baja sigue soñando con ello. Imposible escapar al trato cruel infligido a las mujeres por parte de hombres tan poco seguros de su propio poder que no disponen más que de violencia y de miedo para retener a sus mujeres.
No voy a lanzar una diatriba contra las religiones. Me gustaría que este post fuera lo más positivo posible. Quizá en otro contexto, en otro momento. Se trata de comentar una historia mediático-política en la cual la Sherezade de un cuento moderno de las mil y una noches seduce a un moderno Romeo, con sus dosis de misterio, de amor y de pasión a partes iguales. Justo los ingredientes de las novelas de las hermanas Brontë en una mezcla inusual con los cuentos tradicionales árabes.
Pues eso, que fueron felices y tuvieron muchos... problemas. Bueno, espero que los justos!

No hay comentarios: