martes, 21 de julio de 2009

En la cama de Putin

Ya he mostrado en alguna ocasión mi nula simpatía hacia este "personajillo" que a pesar del puesto de responsabilidad que ocupa se suele guiar más por las apariencias, entre otras la de sus muy comentadas operaciones de estética, el populismo barato del que se rodea en permanencia, las peligrosas amistades mafiosas, los bajos instintos de viejo salido, la hipocresía para con sus paripés de misa dominical y besamanos papales y las fachadas que por el afán de servir al pueblo italiano que lo votó, en dos ocasiones, que tiene bemoles la cosa...

Ay! si Berlusconi fuera sólo un viejo verde salido... Y es que desde fuera, una comprende muy dificilmente la justificación de quien no ve lo que los demás están clamando a gritos desesperados. Aquellos que le apoyan olvidan (o parecen no darse cuenta) que este hombre representa a Italia frente al mundo y como tal, Berlusconi debería mostrar un mínimo de coherencia con la visión moral que ha vendido a sus electores (buena parte de ellos, católicos practicantes). Un ejemplo de la doble moral que aplica estaría representado por una ley para prohibir la prostitución y condenar a las prostitutas y a sus clientes. El colmo del cinismo! Pero claro, Berlusconi no teme nada porque se ha hecho una ley a (su) medida que le protege de todo tipo de juicios durante su mandato. El problema es que ha mentido y sigue haciéndolo. En su día Clinton pagó con creces el tamaño de su mentira sobre su aventura con la becaria. En Italia, todo el mundo sabe que miente pero se han acostumbrado a ver y a aceptar una moral política paralela e incluso a practicarla. Por ejemplo, quien ha estado en Italia (y ha conducido por sus calle o carreteras) sabe que un simple "stop" no es lo que significa literalmente. Que los semáforos, después de cierta hora nocturna, son sólo opcionales, que los cascos para las motos no los lleva ni el Tato, y así cientos de detalles que nos muestran el lado más laxo de los italianos. Y esto es bastante sintomático de un país (no muy lejano en cuanto a mentalidad del nuestro) en donde priman el egoísmo y el individualismo.

Todo esto viene a cuento porque se han hecho públicas unas grabaciones de una conversación entre el "cavaliere" y una de sus "velinas" en donde se evidencia las "relaciones" íntimas en la cama que Putin regaló al mandatario italiano. Y es que sus múltiples "aventuras" están empezando a pasarle factura. Por primera vez desde su vuelta al poder desde 2008, su cota de popularidad ha descendido a menos del 50%. Por supuesto, el abogado de Berlusconi ha desmentido todo. Pero la prensa italiana ya no teme a este magnate de los medios de comunicación que hasta hace muy poco manipulaba y controlaba la mayoría de las televisiones. A su favor, por supuesto. La cuestión no es tanto si ha mentido o no, sino de que los gastos de trasladar a Cerdeña a toda esta gentuza de mal vivir (léase prostitutas de lujo, acompañantes, chulos y demás escoria) corren a cargo del contribuyente italiano. Se trataría de dilapidar simple y llanamente el dinero público. Pero el colmo del cinismo elevado a su máximo potencia es haber incluído en sus últimas listas electorales a muchas de esas "velinas", sin más mérito que sus recauchutados cuerpos y su supuesta belleza latina. La susodicha, la de la cama de Putin (uys, qué tentaciones de hacer chistes fáciles...), con perdón, fue candidata en las lista por la región de Puglia.

Pero el culebrón se está alargando. Porque según la prensa italiana, la chica en cuestión habría pedido a cambio del "favor" un dinerito para la financiación de una casa, que finalmente no le habrían entregado. De ahí su venganza, es decir irse de la lengua. Es decir que cuántas más chicas se habrían acostado con él y cobraron sin hacer más "ruido"? O bien que consiguieron lo pactado: puestos como presentadora en las teles controladas por Berlusconi, figurar en una lista electoral (por cierto, que precisamente una de sus ministras -la de igualdad, creo recordar- fue una de ellas.

En general, lo que llaman la erótica del poder (recuérdese que Clinton dijo que tuvo su aventura con la becaria sólo porque podía hacerlo) conlleva una relación bastante ambigua con el sexo. Cuanto más ricos son, más pueden dejar su sexualidad a su libre albedrío. A las mujeres, no todas por supuesto, les gustan los hombres importantes (con dinero, con cargos/poder o con ambas cosas), independientemente de su belleza o su encanto (tenemos muchos y pintorescos ejemplos entre la jet-set mundial). Si un hombre político, en este caso Berlusconi (ayudado por supuesto de unas pastillitas azules), se acuesta con prostitutas, es porque le falta alguno o todos estos elementos (el tiempo, la seducción, el miedo de que una mujer que le guste lo deje plantado...). Siempre he defendido que en cuestiones de sexo cada cual puede hacer lo que se le antoje, pero hasta ahí podíamos llegar. Que no nos venga este mequetrefe dándonos lecciones de moral, con misa domincal, con besamanos papales y gaitas varias, y diciéndonos lo que no debemos hacer en nuestra propia cama. Me alucina que los muy católicos, apostólicos y romanos curas que los domingos le dan la comunión no se hayan negado todavía a dejarlo entrar en la iglesia. Pero qué digo, si esos de las sotanas son peores! Si tuviera un ápice de vergüenza, haría mucho tiempo que habría dimitido. Pero las dos mafias italianas (Vaticano y Mafia en todas sus formas) tienen los brazos muy largos.

¿Qué será lo próximo?

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