
lunes, 30 de noviembre de 2009
Llega el invierno

martes, 17 de noviembre de 2009
domingo, 15 de noviembre de 2009
Balaguer (Lleida)
domingo, 4 de octubre de 2009
El cuchillo en el aire

Se trata de un asunto de abuso de menores de hace más de treinta años el que ha hecho saltar todas las alarmas policiales y sociales, precisamente en un país en el que este tipo de delitos no prescriben. El director llegó a Zúrich hace unos días para asistir a la entrega de un premio honorífico en el transcurso del festival de cine de esa ciudad. En estos momentos se encuentra en detención preventiva a la espera de su extradición a las autoridades estaounidenses, que es donde se cometió el supuesto delito de abuso de menores y violación. En estos momentos, las autoridades deben investigar si Polanski puede ser extraditado. Como es costumbre en ese país transalpino, el secretismo se ha dejado sentir desde que la noticia se dio a conocer. Y disponen sólo de 40 días para determinar si la extradición se hace oficial. Tanto las autoridades francesas como las polacas, países que otorgaron a Polanski la doble nacionalidad han pedido oficialmente la puesta en libertad del director.
En el 77, se declaró culpable de haber mantenido relaciones sexuales con la menor, que en aquella época tenía apenas 13 años. Y fue condenado a mes y medio de cárcel. Posteriormente, los abogados de las partes implicadas habían llegado a un acuerdo que nunca se pudo aplicar, porque al día siguiente, Polanski cogió un avión y dejó para siempre jamás los EE.UU. para instalarse en Europa de forma permanente.
Bueno, hasta aquí podría considerarse un caso normal de justicia a destiempo. Pero se me ocurren varios otros comentarios de índole más político que judicial... o más ideológico, tal vez. Se me ocurre que los EEUU han ostentado en numerosas ocasiones su "doble rasero" para enfrentarse a conflictos (inter)nacionales. Un ejemplo claro es la guerra de Irak (más de un millón y medio de muertos desde la invasión y posterior derrocamiento de Sadam) y el otro lado de la moneda es el puritanismo hipócrita de que hacen gala en demasiados aspectos de su vida cotidiana. En realidad, les molesta más el tema sexual del caso de Polanski que la sangre de inocentes que mancha tierras iraquíes cada día, cada hora, cada minuto. De hecho, por eso Polanzki puso los pies en polvorosa en cuanto supo lo que se le venía encima. Yo habría hecho lo mismo. Y el caso suizo, no es sino el fiel reflejo de lo que el servilismo a través de "favores" es capaz de conseguir. El país helvético ha pasado de discreta nación neutral a centro de la polémica y se está ganando a pulso el descontento de más de uno. Primero fue la detención de un hijo de Gaddafi por haber saqueado la habitación de un hotel donde estaba alojado. Libia contestó con la detención a su vez de ciudadanos suizos, sin motivo aparente. Finalmente, la diplomacia suiza tuvo que pedir disculpas al padre. Ahora que los EEUU no le vana la zaga. Ajustician alegremente a decenas de condenados en sus cárceles, donde "residen" curiosamente una mayoría de... minorías: negros, latinos e indios que suman un total de ¡tres millones de personas!
Y mientras tanto, Bush y sus "amiguitos" (Rice, Powell, Rumsfield, Cheney... y un largo etcétera) y los verdaderos culpables de crímenes contra la humanidad, se han jubilado tranquilamente, y pasan de largo por los tribunales de La Haya. Por otro lado, y volviendo a Suiza, todo el mundo sabe lo que se cuece entre sus muy selectas fronteras: ex-dictadores, oligarcas, mafiosos y demás parásitos del planeta residen de forma permanente allí, sin temor a que los trinque esa famosa señora de ojos vendados. Claro, mientras dejen en las cajas fuertes de sus bancos buenos millones de dólares... para qué meternos en follones? Los funcionarios de Berna que han dado la orden de arresto han hecho prueba de una estúpidez y una incompetencia dignas de un episodio de Mortadelo y Filemón. Digamos que creo que les ha dado la pataleta sobre las presiones que Washington ejerce sobre los bancos suizos para que relajen el tan traído tema del secreto bancario. Tú me presionas, yo detengo a un famoso director que tú buscas. Así, tú dejas de presionarme y el secreto bancario sigue siendo secreto. Así de simple, así de retorcido. Además es muy, pero que muy curioso que Suiza haya sido borrada de la ominosa lista de paraísos fiscales hace muy, pero que muy poquito... Esto apesta, que diría Rajoy...
Además, el asunto me recuerda cierta novela, que luego fue adaptada por el maestro Kubrick. "Lolita"... se acuerdan? Pues es más o menos lo mismo, salvo que hace cincuenta años, cuando Nabokov publicó su novela, nadie habló de meterlo en la cárcel.
No niego que sea un asunto delicado. Y es que los tiempos han cambiado. Se puede estar a favor o en contra de sus actos, pero hay que vivir con el tiempo que nos ha tocado. El respeto a las personas es primordial, aun condicionado por los usos y costumbres. Hubo en su día una denuncia de los padres de la menor y Polanski confesó. Actualmente la víctima ha perdonado a su agresor, lo cual es loable, en mi humilde opinión. Lo que me resulta vergonzoso es que hayan detenido al director y que se hayan arrodillado servilmente delante de Gaddafi. Suiza, país ejemplar!
Sólo espero que la gente recupere el sentido común, que como se suele decir es el menos común de los sentidos, y las aguas vuelvan a su cauce. Pues eso, que liberen cuanto antes a Polanski y siga haciendo obras maestras como el Pianista, Tess, Repulsión...
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Cuando la identidad es anulada


He tenido en determinados momentos de mi carrera educativa a alumnas musulmanas que llevaban el hiyab (el tradicional pañuelo que cubre la cabeza) y para mí no ha supuesto inconveniente alguno a la hora de desarrollar mi labor. Pero tengo especial aprensión para aquellas indumentarias que cubren por completo a las mujeres. El burqa me parece un atentado contra la libertad de las mujeres. Da igual que los vendan de colores y texturas variados. Da igual que los diseños se hayan modernizado (modernizado?). Da igual que se trate de Iraq, de Afganistán o de cualquier otro país. Da igual que se trate de mujeres que viven en Occidente o en sus países de origen. Acaso no se han enterado estos individuos que obligan a sus mujeres e hijas a llevar esta cárcel portátil que los tiempos están cambiando, de hecho han cambiado en muchos aspectos ya en la sociedad y desde hace ya decenios? Precisamente las mujeres, que no hace tanto se sometían a la voluntad de sus maridos en Europa, ya se han rebelado y mandan a paseo a aquellos que les sugieren siquiera que no lleven tal o cual prenda o que rebajen sus colorines de maquillaje. Se trata de una cuestión de evolución de los derechos de las mujeres y de alcanzar una igualdad real en todo el planeta en cuestión de derechos básicos.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
El enemigo cobarde

He encontrado la entereza suficiente para mantener el tipo, como queriendo decir "Eres un pobre ser desesperado que necesita hacer daño, pero no tienes el menor poder sobre mí". Y pienso esto mientras ese ser pretende hundirme y descargar sobre mí toda la saña de que es capaz. Es la estrategia psicológica más poderosa que conozco. Pero yo me mantengo firme y sobre todo, con la cabeza fría. No me convierto en nuevo espectador, que es lo que pretende, del triste y lamentable espectáculo de quien sólo sabe echar mierda por su boca. Porque todas sus razones, todos sus argumentos (si es que los tiene, que lo dudo), todas sus actitudes de intento de desestabilizarme son eso, pura mierda. Él espera que le responda con la misma basura dialéctica
lunes, 7 de septiembre de 2009
El Gran Primo está cansado

Ya está en marcha. Y van once. Los españoles ostentamos el dudoso honor de ser los únicos del mundo mundial que mantienen ininterrumpidamente desde 1999 el programa de telerrealidad y experimentación sociopsicológica más mediatizado del planeta. Doce participantes viven durante tres meses en una casa sin contacto con el exterior y bajo la constante mirada de docenas de cámaras.
Pero esto es como todo, que lo mucho (y repetitivo) termina cansando. Y los Británicos se han cansado. Ya es oficial. Para sus muy numerosos fans, el Gran Primo británico llega a su fin. Será que los hijos de la Gran Bretaña ya se han dado cuenta de que exprimir hasta límites insospechados una misma fórmula televisiva, por muchas innovaciones que les añadan, termina por aburrir. Aún a los británicos.
También para sus (asimismo numerosos) detractores, este show de telebasura constituye el summun del encefalograma plano de los programas de entretenimiento, mediante la explotación del voyeurismo del espectador. En cualquier caso, este formato televisivo que ha sido aprovechado en más de 70 países del planeta constituye sin ningún género de duda un hito en la historia de la televisión. Jan de Moll, cabeza visible de la productora Endemol, ya tiene callos en las manos de habérselas frotado durante todo este tiempo con los derechos que se ha ido embolsando.
Al anunciar Channel 4 que a partir del verano de 2010, y tras diez ediciones, la cadena no renovaría el contrato, los Británicos han reaccionado con sorpresa. Atrás quedarían ediciones del programa marcadas por actuaciones de dudoso gusto (léase la vida y muerte de Jade Goody, una británica soez, inculta y xenófoba -insultó gravemente a una concursante indú-, que con su comportamiento casi provoca un incidente diplomático con la India y casi deja en la calle a los mandamases de la cadena), la presencia de una monja lesbiana, un transexual (este recurso también lo utilizaron los de aquí), un concursante que padecía la enfermedad de Tourette (El ST comienza en la infancia y la adolescencia con la emisión involuntaria de movimientos repetidos y de sonidos vocálicos y fónicos -incluso palabras soeces o frases inapropiadas-, llamados tics) y polémicas varias post-paso por la casa. Todo por el circo mediático. Y es que las cifras cantan, como diría aquél. Han pasado de ocho millones de telespectadores en 2002 a poco más de dos millones en la presente edición que acaba de terminar. Al igual que aquí todo estos "personajes" han acaparado la atención de un público ávido de morbo y polémica.
Los Británicos se lo han pensado mejor y están apostando por fórmulas televisivas menos agresivas y sobre todo menos onerosas. Porque hablando de costes, cabe comentar el importe que pagan las cadenas televisivas de media por los derechos de emisión: alrededor de 70 millones de euros, que no es moco de pavo, como se suele decir. Con todo ese montón de dinero, se pueden producir muchas series y documentales de esos que tanto gustan a los de la Pérfida Albión.
En lo que a mí respecta, recuerdo no sin cierta lejanía que allá en el 99, cuando se empezó a emitir el programa, tuve alguna curiosidad, para qué mentir, en ver qué era aquello que tanto revuelo estaba armando. Y creo que aguanté dos o tres crónicas del mismo. Porque para ver discusiones de verdulera, basta con salir a la calle o presenciar cualquier conversación de patio de vecina. Me pareció soberanamente aburrido. De hecho, eran mis alumnos de entonces los que de vez en cuando me comentaban las "nominaciones" y aquellas frases antológicas de "la pierna encima" y demás gilipolleces. Desde entonces, huyo como de la peste de cualquier asomo de música machacona y ojo metido en un objetivo de cámara. Y al menos de esto me alegro por los británicos.
A ver cuánto más aguantarán los de la piel de toro.