lunes, 22 de diciembre de 2008

Gran robo de pelucos



Jeje... No hace ni dos semanas que los de Harry Winston, en una de las zonas más glamourosas de París se llevaron el chasco del año al ser víctimas de uno de los mayores robos del mundo en su joyería (85 millones de euros!). Y no podía acabar el año sin que, de nuevo, salte a la palestra otro de semejantes características. Y es que en una de las relojerías de más lujo y pijerío de la capital franchute, se acaba de perpetrar uno de los robos de pelucos de más valor del mundo mundial. Nada menos que medio millón de euros en relojes. Pero nada que ver con los casio de plástico de toda la vida, no, qué va... Relojes de lujo de los de cada uno a más de un año de sueldo de mi vida. Al parecer dos tipos armados se personaron en una joyería que hay en la Rue de Rivoli, en la avenida que bordea el Louvre, y tras amenazar al personal de la misma, le obligaron a abrir la caja fuerte, amén de lo que había en las vitrinas, que en estas fechas pre-navideñas estaba a rebosar de modelitos caros. Según los testigos, iban vestidos con gabardinas largas tipo Neo de Matrix. Este último detalle me ha dejado grogui. Eso sí, ladrones, pero tope "fashion" . Por cierto, que me resulta cuanto menos llamativo el hecho de que las cifras que ultimamente se están barajando para cualquier cosa se haga por millones (de lo que sea, que poco importa): pérdidas de tal o cual sector económico, ayudas a los bancos por parte del gobierno de turno, robos o timos varios, pérdidas de empleo... Es como si esto hubiera sucedido siempre, como si nos hubiéramos acostumbrado de una forma natural a estas cantidades astronómicas, y sin embargo a mí personalmente, me siguen pareciendo escandalosos... Y claro, con tantas cifras astronómicas, lo de setenta y tantas mujeres muertas a manos de sus parejas o ex nos resulta banal, casi, casi sin importancia. Qué gran paradoja... Ya lo decía Einstein cuando afirmaba que había dos cosas infinitas en la vida: el universo y la estupidez humana, y de lo primero no estaba muy seguro.


Digo yo que con lo de los móviles, ¿quién lleva todavía reloj a estas alturas? Bueno, yo, que en el insti no llevo el móvil por razones obvias y sí el reloj para saber cuánto me queda para aguantar a los petardos de segundo de la ESO... Si hasta los alumnos llevan uno en la mochila (o en el bolsillo) y cuando les pillas con la mano en la tecla, se disculpan diciendo "es que estaba mirando la hora". Definitivamente, ya nadie lleva peluco. Ni siquiera los maquinistas de Renfe (esto va por ti, Jota!). Y es que volviendo al tema de los móviles, ahora llevan (casi) de todo: GPS, calculadora, videojuegos, tele, MP3. Anda que MacGiver se preocuparía por inventar más trucos para hacer una bomba de un chicle y un elástico... Debo tener de los poquitos modelos de móviles que no sirve más que para llamar, para que me llamen, para enviar mensajes y para recibirlos... y pare usté de contar. Y es que ahora que me quiero cambiar de móvil, tengo un pedazo de dilema que no me deja dormir: sigo con un modelo que ni siquiera lleva cámara de fotos? o bien me compro uno de esos que llevan hasta alarma antiincendios?

Desdramatizando la anécdota, y en cualquier caso, los ladrones ya no tendrán excusa para llegar tarde a la cena de Nochebuena con sus mamás y/o novias respectivas... y los fabricantes, pues eso, que no les tengo mucha lástima. Ah! y yo seguiré de momento pensando qué tipo de móvil me voy a comprar. Y por supuesto, seguiré mirando la hora en mi reloj. Qué se le va a hacer!

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