viernes, 8 de agosto de 2008

Sorpresa en los huevos Kinder...







La noticia de hoy dia ocho del ocho del dos mil ocho no es, ni mucho menos, la ceremonia de apertura de los Juegos olímpicos de Pekín. Nada de eso, querido lector. La noticia del día es una que me ha dejado patidifusa. Y tiene que ver con ese huevecito de chocolate que encierra en su interior un juguetito que ha alegrado a generaciones de niños en sus treinta y cuatro años de existencia. Y es que el chocolatito de marras está en peligro de extinción, al menos en Alemania.
Al parecer, la presidenta de la comisión para la infancia del Bundestag acaba de denunciar el "peligro que representa el tamaño de los juguetes cuando se combinan con un alimento". Lo que no se menciona es la incidencia en cuanto a "accidentes" censados de casos de niños que se han zampado el huevo y la figurita. Los de Ferrero están que se cagan pantalón abajo. Cágate, lorito! Y nunca mejor dicho. Y es que, si, como imagino, el lector es uno de esos millones de adultos (oye, que no solamente los niños lo comen) que lo han degustado, sabrá que el juguete en cuestión está separado del chocolate por una especie de cápsula. Los ovokindersorpresófilos están que trinan. Al parecer las autoridades germanas no van a prohibir de momento la venta de los huevos, pero ya se sabe, cuando el río suena, las leyes se ponen en marcha.

Y ya se están moviendo los internautas en la red para "salvar el Kinder Sorpresa"...

Ya digo que me he quedado sin palabras. Porque qué pasa entonces con el aluminio que recubre el dulce? De entrada, se pela muy mal, con dificultad, se parte en docenas de pequeños trozos. Es un coñazo. Porque eso sí podría ser nocivo para los críos que se echan cualquier cosa a la boca. Y la famosa cápsula? Anda que no cuesta abrirla! Y cuando ya la paciencia se nos está agotando, optamos por presionarla con fuerza, y jeje, sale disparada a cien por hora a varios metros de distancia. Peligrosísimo! De todas formas, el chocolate es malo para la salud. Los niños se convierten en obesos. Lo dicho, hay que prohibir no solamente el chocolate, el papel de alumnio, los juguetes y todo lo que puede servir de juguete. Definitivamente, lo que hay que prohibir son los niños! Ni más ni menos!
Lo que más me alucina es ese constante ir más allá en la protección de los infantes, por parte de políticos que más que trabajar por el bien de la sociedad, se detienen en buscarle siete pies al gato. Eso se llama manipulación lisa y llanamente. Realmente, en nuestra sociedad, hay cosas peores que el chocolate... Seamos honestos, hay problemas más serios reclamando atención: el paro, por ejemplo, por nombrar uno de los que más acucian al ciudadano de a pie.

"Kinder sind nicht doof !" Lo que significa que los niños no son idiotas. Acaso esta señora se imagina que los nenes son lo bastante tontos que van a confundir el continente y el contenido? Definitivamente estoy plenamente de acuerdo con Einstein que afirmaba que la gilipollez humana no tenía límites.

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