jueves, 14 de agosto de 2008

Todo está en los ojos


Al hilo de mi post de ayer sobre la película “After the wedding”, y reflexionando sobre las numerosas escenas con miradas en primer plano, me puse a hacer una reflexión sobre si la mirada tiene algo que ver con las emociones y los cambios que provocan en el cuerpo. Y al buscar información sobre las reacciones fisiológicas que las emociones provocan en los ojos, he hecho las siguientes averiguaciones.

Porque cuando un hombre se siente atraído por una mujer, ¿cuál es la parte de su anatomía que triplica de volumen? La pupila, por supuesto! Malpensados!!!! Jajajaja Pero cuando una mujer se siente atraída por un hombre, ¿qué ocurre?

Resulta que entre los tratantes de diamantes, es tradición que se escrute detenidamente las pupilas de los posibles compradores para detectar en ellas un signo de interés particular por alguno de los pedruscos ofrecidos. De hecho, fue en 1975 cuando el psicólogo norteamericano Eckhard Hess observa que los hombres prefieren la foto retocada de una mujer a la cual se le ha agrandado las pupilas a la foto original…

Los hombres se muestran incapaces de explicar por qué: al preguntársele, ninguno detecta la diferencia entre las dos imágenes. Sin embargo, muy pocos dudan: prefieren la foto con las pupilas dilatadas. ¿Cuál puede ser la razón? Pues porque, de acuerdo con un mecanismo puesto en marcha de forma inconsciente, esto serviría para permitir ver mejor, ya que las pupilas se dilatan a la menor excitación.

Se dilatan exageradamente cuando se observa a una persona que nos excita. Bueno también se agrandan sobremanera cuando se observa un tiburón, jeje... Pero eso es otro tema menos importante en lo que hoy traigo a colación. Cuando una mujer se siente atraída por un hombre, sus pupilas la traicionan, lo cual explica por qué los hombres prefieren las mujeres con pupilas inmensas. Piensan que son más sexy, bellas, dulces, encantadores, divertidas, amables. De esta forma, pensamos que las personas que nos quieren tienen grandes cualidades. De hecho, las pupilas dilatadas dan la impresión de una atracción recíproca.

Por ello, para seducir a un hombre, las mujeres prefieren las luces tamizadas, ya que las pupilas se agrandan. También por eso, las cortesanas italianas se ponían antaño unas gotas de belladona en los ojos (Belladona significa de hecho “bella mujer” en italiano).

Y claro, bajo el efecto de la excitación, el ojo se vuelve más brillante, aunque generalmente no se tenga consciencia de la dilatación de las pupilas de la otra persona. Ni de la de uno, por supuesto.
La próxima vez que veas a alguien que te gusta, mira detenidamente sus pupilas. Lo mismo, el destino te está sirviendo en bandeja al amor de tu vida...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y cuando las mujeres se excitan y se les dilatan las pupilas, quedan como en las fotos que has puesto???

O es un poco exagerado??

Podrías subir algunas fotos de tus pupilas "antes" y "despues" para poder ver la diferencia real???

Muchas gracias, me parecio interesantisimo el articulo.

Anabel dijo...

Es un buen apunte a tener en cuenta. Aunque si todos fuéramos más conscientes de ésto, la de colirio o productos similares que se vendería.

ahora escudriñaré las pupilas de mi pareja, a ver qué me cuentan.

un beso