lunes, 27 de octubre de 2008

Los trapitos (sucios) de la Palin

Como para seguir preocupando a los votantes americones estresados por la crisis económica... Una web tendenciosa y borde se ha hecho con las facturas de los trapitos que la Palin se ha comprado estas últimas semanas. El partido republicano ha desembolsado unos 150.000 dólares para vestir y peinar (¿en serio eso es ir "peinada"?) desde el momento en que fue nominada candidata a vicepresidente por McCain.

Además, a la Palin le pirran los grandes almacenes "chic" americanos, como Saks Fifth Avenue, donde compró por valor de setenta y cinco mil dólares, más cuatro mil en maquillajes y peluquería, dignos de una estrella de cine. Asimismo, también cargó a la cuenta de los republicanos ropa de bebé para su futuro nieto. Los republicanos intentan zafarse de las críticas sobre estas escandalosas cifras desviando la atención sobre el tema de la economía mundial y la crisis, afirmando: "Con todas las cuestiones importantes a las cuales estamos confrontados, es increíble que malgasten tiempo hablando de trapitos".

Bueno, es cierto, en parte. Y más increíble es que la señora Palin malgaste tiempo comprándolos. Con una caridad ciertamente muy cristiana, según el portavoz de la candidata, está previsto que la ropa comprada se entregue a los roperos de caridad tras la campaña. En cualquier caso, me imagino, no sin cierta dificultad que ropas de este calibre puedan ser distruibuidas entre la población más necesitada, para que la maripili de turno luzca uno de sus famosos trajes de chaqueta para ir a hacer la compra al carrefur de turno.

Por otra parte, la gobernadora de Alaska ya se está malacostumbrando, haciendo viajar a sus hijos (cinco, nada menos, más ahora un nieto en camino y un yerno extra que se ha apuntado a última hora) con dinero oficial. Y además del viaje, la estancia. Nada menos que en hoteles de la talla tarifal del Ritz a 550 dólares la noche. Vergüenza y honor sólo son palabras perdidas en el fondo de un diccionario.

Esto responde exactamente a aquello de "haz lo que te diga, no lo que yo hago". Lo que decía, un ejemplo claro de doble moral. Muy propio de la gente de la derecha más rancia. Ha intentado tanto diferenciarse del resto de los mortales de su superpotencia de país, que al final ha terminando comprando donde compra todo dios. Esto demuestra que la Palin no es aquella que pretende ser. Y es que esta gentuza me da un miedorrrrr...

Entre otras razones, ésta es una por las cuales la Palin no está hecha para este tipo de cargos. Porque, ¿a quién quiere engañar haciéndonos creer que va a dar sus trapitos de lujo a los pobres? De entrada, la idea siquiera me parece obscena, vulgar y malintencionada. Bueno, tal vez, hagan de ellos como Escarlata O'Hara en Lo que el viento se llevó, cortinas lujosas para el salón. A ver si para el memorable momento, hay cientos de fotógrafos para inmortalizar tan trascendente acto. Eso contando con que haya alguna maruja americana a la que le quepa los trajes de marras, porque con la obesidad que impera por esas latitudes... No sé yo...

No me gusta su manera de interpretar la Biblia y de hacer lo que le venga en gana. Su jefe, el senil McCain no para de hablar de las cantidades astronómicas gastadas por su contrincante Obama (que al menos proceden de donantes anónimos) y éstos se dedican a mentir a los contribuyentes. Una tipeja que es contraria al aborto pero que no tiene pudor alguno en calzarse el rifle al hombro para cargarse a animales, que está en favor de las armas y que se muestra contraria a las ayudas sociales. Señora "petarda", la Biblia enseña en uno de sus mensajes que hay que ayudar a los más débiles. En un alarde de soberbia malsano, proclama tener a Dios de su lado (dixit en una de sus intervenciones en una iglesia, por cierto) y sin embargo hace lo contrario. Para mí, la consideración es que es una terrorista en potencia. Jeje, no me extraña que le hayan salido imitadoras, especialmente en el campo del porno. Hugh Heffner ha tenido una visión muy aguda del partido que se le podía sacar. Si es que para los imitadores y humoristas esta tía es una mina de ideas: malgastadora, extravagante, excesiva. Pero con respecto a los genios o a las divas, las comparaciones se paran ahí. No hay talento, no hay genialidad, no hay personalidad, no hay carisma. Sólo viento y farfolla política. Y encima se mofa de los contribuyentes.

Estaba pensando yo que con este pastón, creo que me vestiría por lo menos para lo que me queda de vida y diez vidas más, teniendo en cuenta que compro desde hace más de diez años de segunda mano. Debe ser que vivo en otro planeta y que no me cabe en la neurona que haya gente que se gaste esas animaladas en comprarse ropa. Además, por ese precio, se podría haber comprado, ya puestos, un cerebro nuevo porque me temo que debajo de su moño de diseño no hay más que telarañas. Porque ella lo vale... Madre mía, y pensar que todos esos gastos se destinan a hacerla parecer menos estúpida de lo que ya nos ha resultado frente a un electorado cuanto menos igual de estúpido que ella... El fontanero Joe podría utilizar sus herramientas para poder arreglar este tipo de escapes... neuronales.

¡San Reagan, por favor, líbranos de Sarah!

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