lunes, 8 de septiembre de 2008

Ladrones de condones


Leo atónita una noticia aparecida en un diario francés de tirada nacional que se ha pillado a unos jóvenes saqueando unas máquinas dispensadoras de condones. Al ser interrogados por la policía, éstos declararon que pretendían entregar la recaudación de las máquinas a los párrocos de varias iglesias católicas.
He aquí un acto revolucionario muy poco corriente, me dije. Más que nada porque representa un hecho motivado por "convicción religiosa". Fueron sorprendidos por la policía cuando estaban reventando el cuarto dispensador, armados con palancas, se apropriaban del dinero y tiraban luego los preservativos a un contenedor de basura. De hecho, parece ser que no era la primera vez que lo hacían. Pero no se trataba de ancianos, gente madura, conservadora o padres de familia opuseros. No, no... Se trataba de chicos de entre 20 y 27 años, de convicciones religiosas "bastante fuertes" y firmemente opuestos al aborto y a los anticonceptivos. Los han puesto en libertad con cargos, por si alguien se interroga por su suerte y deberán comparecer ante el juez en breve.
Ahora entiendo mejor el mensaje de la Iglesia Católica. Y es que se han olvidado de uno de los mandamientos sobre algo de robar, creo, se lo han pasado por el forrillo izquierdo. Han obviado el mandamiento en favor de sus ideas fanáticas sobre el derecho a la vida y al fornicio. Pues deberían añadir uno más que rezara (y nunca mejor dicho) "No follarás", así nos ahorraríamos tener que cargar con los gastos sociales (léase educación, sanidad, etc..) de semejantes burros. Porque ya el acto en sí es una solemne gilipollez y probablemente ni siquiera han pensado en las consecuencias de su acto. Y por pensar ni siquiera se han planteado que, al margen de que en África piensen que el sida es un castigo divino, nosotros que vivimos en el primer mundo tenemos al alcance una información valiosa de prevención y conocimiento de la enfermedad. Aunque ahora que lo pienso, deben tener tatuado en la partida de bautismo las figuras de Adán y Eva, la manzana de la discordia y la serpiente maligna. Mira que después de 600 años de inquisición, la "santa iglesia católica y apostólica" nos podría al menos dejar en paz de una vez a aquellos que sí somos conscientes y libres. ¿Cómo se puede justificar el robo y la destrucción para llevar a cabo una pseudo-prescripción más extremista que religiosa? Endesdeluego, que diría el otro... Seguro que si hubieran quemado coches o se hubieran enfrentado a los bomberos, se les habría considerado víctimas... pero emprenderla a golpes con unas pobres e indefensas máquinas dispensadoras de condones, qué poco conocimiento. Aunque a estas alturas, la anecdota no hace sino darle aún más publicidad gratuita a los laboratorios farmaceuticos. Ays! estos terroristas del folleteo! Nada, nada, que con dos padrenuestros y seis aves les habrá perdonado el cura beneficiario de las moneditas de marras (que no arras). La confesión lo arregla todo.
¿Quiénes son los católicos para tratar de imponer a los demás su manera de ver y de pensar? Quiero abortar, quiero comer bien y a veces quiero beber buen vino, quiero respirar libremente e ir allí donde me apetece. Quiero tener opciones para elegir. Si sus libros santos os sugieren vivir como en el siglo XIV, pues nada, adelante. Si vuestra vida la dicta un tipo muerto hace 2000 años, guay. Pero estamos en el siglo XXI. Y sí, es un siglo de grandes contradicciones y paradojas: católico y ladrón, comunista pero al volante del último modelo 4x4, militarista pero nunca hizo la mili...
En cuanto a los chiquillos estos, a la carcel o una condena ejemplar. La intolerancia, venga de donde venga es inaceptable y el integrismo en cualquiera de sus forma me tira p'atrás. Tan jóvenes y tan gilipollas...

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