lunes, 15 de septiembre de 2008

Mujeres de silicona

En esta reflexión diaria, no me voy a referir, aunque también sería un tema para pensar y exponer, a las operaciones de cirugía estética (España está a la cabeza de Europa en materia de intervenciones de este tipo). He leído un artículo en que se habla de un fenómeno que día a día está ganando adeptos y que desde Japón se está extendiendo al resto del mundo. Con cada vez más frecuencia, hombres solos y adultos adquieren alguna de estas muñecas a tamaño natural para satisfacer sus deseos, no sólo de compañía, que también sería comprensible, sino sus instintos sexuales.

Existe en Japón, como decía, una boyante industria, y que vive su apogeo, de fabricación de las llamadas "love-dolls" (muñecas del amor). Son muñecas de tamaño real y aspecto hiperrealista que miles de hombres compran, visten, cuidan y aman. Es el caso de Tabo, un japonés de mediana edad, que ha "adoptado" nada menos que a 40 muñecas, 40 compañeras de silicona. Vive en una ciudad en los alrededores de Tokio. Es soltero y trabaja para una gran empresa de telecomunicaciones. Se define a sí mismo como un jeque en su particular harem. Se baña con ellas. Las viste, come y duerme en su compañía. El japonés comenta que no sabría si podría enamorarse de una mujer de carne y huesos y que prefiere de lejos a las muñecas. Dice que son mucho más que simples muebles (sic) y con los cuales le gustaría vivir el resto de su vida.
Tan extendido está este hobby de comprarse una muñeca que existe una revista dedicada exclusivamente a estos gadget de alta tecnología. De hecho, el director de la revista calcula que tiene ya unos ocho mil lectores, que la cifra aumenta mes a mes y que todos ellos son propietarios de al menos una muñeca. Existen varias fábricas de muñecas que ofrecen entre 2 y 5 modelos diferentes. Se ofrece al cliente la posibilidad de elegir desde el color del pelo, ojos, incluso el rostro, lo cual proporciona una variedad todavía mayor de posibilidades. Una muñeca personalizada puede costar hasta tres millones de yenes. Se fabrican de manera artesanal y a mano. Y se necesitan más de ochenta horas para fabricar una sola.

El problema es que también se han empezado a fabricar muñecas que representan a niñas de apenas siete años. ¿Alguna ligera relación con la pedofilia? Los dueños (mmm, esto me suena a machismo puro y duro) se defienden argumentando que les hablan como a personas verdaderas. ¿Se pueden humanizar objetos? Por que al fin y al cabo, eso es lo que son, sin paliativos. Ya lo decía Einstein, cuando hablaba de los límites de la estupidez humana. Cierto es que para algunos hombres puede suponer llenar un cierto vacío de soledad. No es menos cierto que esta "compañera" ideal no habla, no se enfada, nunca contradice, jamás dice no o le duele la cabeza, no tiene la regla, por lo tanto siempre está disponible. Y encima, cuando uno se ha cansado de su careto, la puede cambiar como si tal cosa o incluso guardarla en el armario. ¡Vaya, vaya! ¿Esto es el progreso? Pues no sé si esto es progreso, pero esto es la leche. Estas muñecas todavía (que yo sepa) no preparan café, no ponen la lavadora, no hacen la compra y no limpian, ni ayuda a los niños a hacer los deberes... y muchos etcéteras.

Por cierto, y hablando de progreso, me gustaría enviar un mensajito para estos cazurros cavernícolas. No se trata de la fantasía absoluta: donde esté una mujer de carne y hueso con sus imperfecciones, pero que pueda expresar sus opiniones, gemir de deseo, enfadarse cuando le toca o reirse a carcajadas con una ocurrencia o un chiste, que se quiten estas barbies de goma.
Creo que estos cretinos no se dan cuenta de la aberración que representa este tipo de juguete. Esta manera de tener en consideración a las mujeres no sólo es un insulto y una violencia perpetrada hacia ellas sino también hacia los propios hombres. Comerciando con este tipo de objetos reducen al hombre a la categoría de p**** con patas. Bueno, vale que algunos hombres sí lo sean. Y me diréis más de uno y una que mientras están con la muñequitas de marras no están por ahí molestando a las mujeres. Pero es que creo que lo uno no impide lo otro. Desgraciadamente.

¡Ay! Las mujeres seguimos siendo el "pariente pobre" de la humanidad desde hace ya milenios (a través de religiones, patriarcados, capitalismo...). Lo que creo que nunca comprenderán es que las mujeres ni se venden, ni se toman ni se ganan. Además, ¿para cuándo unos real-dolls hombres? En realidad, si es para tener a uno de esos sentado en el sofá, con los pies encima de la mesa, delante de la tele, con la consiguiente cerveza en la mano y que ni siquiera colabora en las tareas de las casa, jeje, las mujeres no necesitamos ningún sustituto. Algunas se quedan con el de carne y hueso que ya tienen en casa.

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