domingo, 21 de septiembre de 2008

Los misterios del eneagrama

Estoy leyendo un libro muy interesante a la par que curioso que me recomendó J., que conocí en Hoyocasero en agosto. Se llama "La sabiduría del eneagrama" de Richard Riso.

No había oído nada referente a esto del eneagrama hasta entonces, y me pareció algo absolutamente increíble. De hecho, escribo este post incluso antes de haber terminado la lectura del libro, tanto es el deseo de compartir mis impresiones. Voy a intentar hacer una breve semblanza de lo que es y para lo que sirve.

El eneagrama fue investigado en profundidad por un tal Georges Gurdjieff a principios del pasado siglo XX. Se trata de un diagrama con nueve puntos (de ahí su nombre ennea -el número nueve en griego- y gramma -representación gráfica-). Para algunos estudiosos de estas teorías, de lo que se trata es de representar un mapa de la psique humana. Al mismo tiempo, se relaciona cada uno de los nueve tipos de personalidades con uno de los siete pecados capitales(más dos) de los cristianos, las tradiciones sufíes, el Budismo, el hinduísmo y la Kábala. Podría a simple vista parecer materia para mofarse, pero basta decir que el eneagrama se imparte en prestigiosas universidades de todo el mundo. A partir de la publicación del libro de Riso, el eneagrama se dio a conocer al público en general.

Se representa el eneagrama como un círculo en el que se señalan nueve puntos equidistantes distribidos por la circunferencia, y numerados del 1 al 9. Además, se trazan unas líneas entre cada uno de los puntos. Cada número está unido por medio de una línea a otros dos números. De lo que se desprende de cada uno de los números es la posibilidad de conocer las relaciones que todo ser mantiene con los demás. Cosa útil cuando se trata de indagar más a fondo en nosotros mismos. Se abordan aspectos como el intelecto, las emociones, las reacciones, los patrones de comportamiento, etc. en definitiva, la personalidad. Pero no nos equivoquemos; no existen sólo nueve tipos de personalidades diferentes, sino que precisamente porque cada número está unido a otros dos, hay que matizar esos tipos. Es decir, que uno puede tener un gran número de características de un número concreto pero también presentará otras de los números con los que está relacionado.

Y ahora la pregunta del millón: "¿En qué medida el eneagrama de las personalidades puede ayudar al desarrollo personal?"

Según los expertos (y me consta que los gabinetes de psicología más avanzados lo aplican con éxito en sus terapias y cursos), se trata de una vía de aprendizaje, no de una tecnología. En este caso también, el camino importa más que el destino. O dicho de otra forma, el eneagrama no es una panacea para todos los problemas de los humanos. Ser de un tipo u otro no nos dice nada acerca de la historia, la inteligencia, el talento, la honradez, la integridad o el carácter de una persona, pero sí nos dice muchísimo sobre cómo vemos el mundo, los tipos de elecciones que tendemos a hacer, los valores que tenemos, lo que nos motiva, nuestra forma de reaccionar ante otras personas y ante el estrés y muchas otras cosas importantes.

Existen como decía nueve tipos, cada uno de ellos diferenciado por un nombre que ilustra simbólicamente su personalidad: el reformador, el ayudador, el triunfador, el individualista, el investigador, el leal, el entusiasta, el desafiador y el pacificador. Pero, ojo, no hay tipos "buenos" o "malos". Aquí, se trata de comprender la personalidad, tomar en cuenta sus características individuales para entenderla mejor. Cada uno de los números detalla aquellas facetas que son susceptibles de imponerse cuando bajo una determinada influencia, positiva o negativa, reaccionamos (reacción al stress o a las pasiones; reacción en situaciones de confianza o control activo de las pasiones).

Lo dicho, una lectura apasionante. Ya tengo ganas de conocer más sobre mí, mis carasterísticas y la naturaleza de mis reacciones.... aunque ya tengo algún indicio que me hace situarme en un número determinado más que en cualquier otro... Ssshhh.... ya os contaré!

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